Ordenando mis viejos documentos de poesía, y dentro de los primeros poemas que leí hace años, me llamó la atención que un par de poetas latinoamericanos consagrados dedicaran, casi simultáneamente, dos poemas de amor muy conocidos en el medio, y que ambos se dirigieran a una mujer que se llama Claudia. La coincidencia se hace más feliz, teniendo en cuenta que Quessep y Ernesto Cardenal no pueden ser más opuestos, (entiéndase, poética, social y hasta estéticamente hablando).
Mientras el colombiano se ha decantado por un conservadurismo que se esfuerza en demostrar en sus estudios humanistas en Italia, y en una poesía preciosista que persigue la pureza musical, las imágenes de leyenda y la sobriedad, entre tanto el nicaragüense se decanta por una explosión revolucionaria, subversiva como su vida, su postura política, sus moldes poéticos desenfadados (algunas veces francamente coloquiales, en busca de la "naturalidad del habla popular"). Sin considerar la historia particular de cada poema, pues es tema que no nos interesa, cada respectiva Claudia puede sentirse satisfecha, pues ambas han inspirado dos instantes definitivos de la lírica latinoamericana. El de Quessep, guardando una estructura latina del poema, con el hermoso verso final de cada estrofa a contra ritmo del cuerpo de tres versos precedentes (recordando poderosamente a Catulo).Del otro lado, el de Cardenal, ya se ha dicho, desenfadado, sin rigidez formal, casi hablado en la puerta en tono de recriminación. Claudia, que viene del latín, designaba a una mujer renqueante: "Aquella que cojea", dato inane. Sí.
Ambos poetas ponen mucho de sus convicciones vitales en sus composiciones, y maridarlos después de casi medio siglo, es casi indispensable:
Poema Canto Del Extranjero de Giovanni Quessep
Penumbra de castillo por el sueño
Torre de Claudia aléjame la ausencia
Penumbra del amor en sombra de agua
Blancura lenta
Dime el secreto de tu voz oculta
La fábula que tejes y destejes
Dormida apenas por la voz del hada
Blanca Penélope
Cómo entrar a tu reino si has cerrado
La puerta del jardín y te vigilas
En tu noche se pierde el extranjero
Blancura de isla
Pero hay alguien que viene por el bosque
De alados ciervos y extranjera luna
Isla de Claudia para tanta pena
Viene en tu busca
Cuento de lo real donde las manos
Abren el fruto que olvidó la muerte
Si un hilo de leyenda es el recuerdo
Bella durmiente
La víspera del tiempo a tus orillas
Tiempo de Claudia aléjame la noche
Cómo entrar a tu reino si clausuras
La blanca torre
Pero hay un caminante en la palabra
Ciega canción que vuela hacia el encanto
Dónde ocultar su voz para tu cuerpo
Nave volando
Nave y castillo es él en tu memoria
El mar de vino príncipe abolido
Cuerpo de Claudia pero al fin ventana
Del paraíso
Si pronuncia tu nombre ante las piedras
Te mueve el esplendor y en él derivas
Hacia otro reino y un país te envuelve
La maravilla
¿Qué es esta voz despierta por tu sueño?
¿La historia del jardín que se repite?
¿Dónde tu cuerpo junto a qué penumbra
Vas en declive?
Ya te olvidas Penélope del agua
Bella durmiente de tu luna antigua
Y hacia otra forma vas en el espejo
Perfil de Alicia
Dime el secreto de esta rosa o nunca
Que guardan el león y el unicornio
El extranjero asciende a tu colina
Siempre más solo
Maravilloso cuerpo te deshaces
Y el cielo es tu fluir en lo contado
Sombra de algún azul de quien te sigue
Manos y labios
Los pasos en el alba se repiten
Vuelves a la canción tú misma cantas
Penumbra de castillo en el comienzo
Cuando las hadas
A través de mi mano por tu cauce
Discurre un desolado laberinto
Perdida fábula de amor te llama
Desde el olvido
Y el poeta te nombra sí la múltiple
Penélope o Alicia para siempre
El jardín o el espejo el mar de vino
Claudia que vuelve
Escucha al que desciende por el bosque
De alados ciervos y extranjera luna
Toca tus manos y a tu cuerpo eleva
La rosa púrpura
¿De qué país de dónde de qué tiempo
Viene su voz la historia que te canta?
Nave de Claudia acércame a tu orilla
Dile que lo amas
Torre de Claudia aléjale el olvido
Blancura azul la hora de la muerte
Jardín de Claudia como por el cielo
Claudia celeste
Nave y castillo es él en tu memoria
El mar de nuevo príncipe abolido
Cuerpo de Claudia pero al fin ventana
Del paraíso
Epigramas de Ernesto Cardenal
1. Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.
Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.
Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,
un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica.
Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,
otras soñarán con este amor que no fue para ellas.
Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,
(escritos para conquistarte a ti) despiertan
en otras parejas enamoradas que los lean
los besos que en ti no despertó el poeta.
*
2. De estos cines, Claudia, de estas fiestas,
de estas carreras de caballos,
no quedará nada para la posteridad
sino los versos de Ernesto Cardenal para Claudia
(si acaso)
y el nombre de Claudia que yo puse en esos versos
y los de mis rivales, si es que yo decido rescatarlos
del olvido, y los incluyo también en mis versos
para ridiculizarlos.
2. De estos cines, Claudia, de estas fiestas,
de estas carreras de caballos,
no quedará nada para la posteridad
sino los versos de Ernesto Cardenal para Claudia
(si acaso)
y el nombre de Claudia que yo puse en esos versos
y los de mis rivales, si es que yo decido rescatarlos
del olvido, y los incluyo también en mis versos
para ridiculizarlos.
*
3. Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.
3. Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.
*
4. Esta será mi venganza:
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.
*
5. Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.
*
5. Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.
*
6. Yo he repartido papeletas clandestinas,
gritando: ¡VIVA LA LIBERTAD! en plena calle
desafiando a los guardias armados.
Yo participé en la rebelión de abril:
pero palidezco cuando paso por tu casa
y tu sola mirada me hace temblar.
6. Yo he repartido papeletas clandestinas,
gritando: ¡VIVA LA LIBERTAD! en plena calle
desafiando a los guardias armados.
Yo participé en la rebelión de abril:
pero palidezco cuando paso por tu casa
y tu sola mirada me hace temblar.
*
7. Epitafio para la tumba de Adolfo Báez Bone
Te mataron y no
nos dijeron donde
enterraron su cuerpo,
Pero desde entonces
todo el territorio
es tu sepulcro
o más bien;
en cada palmo
de territorio nacional
en que
no está tu cuerpo
tú resucitaste
Creyeron que te
mataban con una orden
de ¡fuego!
Creyeron que te
enterraban
Y lo que hacían
era enterrar una semilla.
Te mataron y no
nos dijeron donde
enterraron su cuerpo,
Pero desde entonces
todo el territorio
es tu sepulcro
o más bien;
en cada palmo
de territorio nacional
en que
no está tu cuerpo
tú resucitaste
Creyeron que te
mataban con una orden
de ¡fuego!
Creyeron que te
enterraban
Y lo que hacían
era enterrar una semilla.
*
8. ¡Mi gatita tierna
mi gatita tierna!
¡como estremecen
a mi gatita tierna
mis caricias en su cara
y su cuello
Y vuestros asesinatos
y torturas!
mi gatita tierna!
¡como estremecen
a mi gatita tierna
mis caricias en su cara
y su cuello
Y vuestros asesinatos
y torturas!
*
9. ¿Has oído
gritar de noche
al oso-caballo
oo-oo-oo-oo
o al coyote
solo en la noche
de luna
uuuuuuuuuuuuuú?
pues eso mismo
son estos versos.
gritar de noche
al oso-caballo
oo-oo-oo-oo
o al coyote
solo en la noche
de luna
uuuuuuuuuuuuuú?
pues eso mismo
son estos versos.
*
10. Cuídate, Claudia,
cuando estés conmigo,
porque el gesto más leve,
cualquier palabra, un suspiro
de Claudia,
el menor descuido,
tal vez un día
lo examinen eruditos
Y este baile de Claudia
se recuerde por siglos
Claudia, ya te lo aviso.
cuando estés conmigo,
porque el gesto más leve,
cualquier palabra, un suspiro
de Claudia,
el menor descuido,
tal vez un día
lo examinen eruditos
Y este baile de Claudia
se recuerde por siglos
Claudia, ya te lo aviso.
*
11. ¡Mi pelo largo!
¡Mi pelo largo!
Querías tu
muchacha con
el pelo largo
Yo lo tengo abajo
de los hombros
Crees que esta esquina
de la vendedora de guayabas
donde voz me encontraste
con terror y con júbilo
(aunque sólo demostraste
palidez y silencio)
la borrarán
los Ángeles,
les champs-elysees?
¡Mi pelo largo!
Querías tu
muchacha con
el pelo largo
Yo lo tengo abajo
de los hombros
Crees que esta esquina
de la vendedora de guayabas
donde voz me encontraste
con terror y con júbilo
(aunque sólo demostraste
palidez y silencio)
la borrarán
los Ángeles,
les champs-elysees?
*
12. Ella fue vendida
a Kelly & Martínez
Cía Ltda.,
y muchos le enviarán
regalos de plata
Y otros le enviarán
regalos de electroplata,
y su antiguo enamorado
le envía este epigrama.
a Kelly & Martínez
Cía Ltda.,
y muchos le enviarán
regalos de plata
Y otros le enviarán
regalos de electroplata,
y su antiguo enamorado
le envía este epigrama.
*
13. Tomarse con los brazos el uno al otro,
dándose cada uno a los brazos del otro.
Qué diferente sentirte dentro de uno
que sentirse uno solo dentro de uno
es decir, vacío.
¿Será que es soledad tu abrazo
y tus besos sólo sed?
Me parece oírte que de mí no te sacias nunca.
Yo que fui antes buen catador de amarguras.
dándose cada uno a los brazos del otro.
Qué diferente sentirte dentro de uno
que sentirse uno solo dentro de uno
es decir, vacío.
¿Será que es soledad tu abrazo
y tus besos sólo sed?
Me parece oírte que de mí no te sacias nunca.
Yo que fui antes buen catador de amarguras.