Limpio, como mejor adjetivo para definir el sexto encierro de San Fermín 2014. Los toros de Fuente Ymbro produjeron un encierro a dos velocidades, que permitió carreras muy buenas a la altura de Estafeta, y luego un segundo tramo de carrera más apacible. El drama estuvo de la mano de un castaño requemado que se hizo con un mozo caído. Lo prendió de la camiseta y lo arrastró varios metros, antes de dejarlo en el suelo con su vida a salvo, tras tan angustioso trance. El suelo mojado, el uso de químicos para disipar los deslizamientos naturales, y la limitada realización de TVE, dejaron sin más detalles este encierro que culminó con el arropo del cabestraje y la multitud de personas ocultando a los toros para la mirada de las pocas cámaras que cubren los tramos. De forma curiosa, la abulia del encierro se juntó con la de la realización, ajustada al registro abierto y limpio del estilo norteamericano. El encierro se saldó con un herido por fractura. 2:40 minutos.
Fuente: Diario de Navarra.