Que el toro es indefenso y no ataca. Que se mata a la familia del toro que logre matar al torero. Que la tauromaquia no es patrimonio. Los mitos antitaurinos, al descubierto.
Pero la mentira no es algo que se sirva exclusivamente en el plato del veganismo hoy por hoy. Celebraciones mundiales por curas de enfermedades terminales que en realidad estamos lejos de descubrir; milagrosas e indemostrables historias de perros que no comen ni duermen, a la espera ficticia de sus amos... ¿Pero qué persona con la más mínima inteligencia puede creer que el cáncer terminal se cura con bicarbonato de sodio o que un perro puede aprender a conducir un automóvil? ¡Qué importa! Si sale en la red y está viralizado, millones de personas creerán que es real. En este punto descubrimos lo gregario del pensamiento humano.
Mitos de esa laya también se extienden en las redes contra la tauromaquia. Aquí analizamos algunos.
1. El toreo ya no es PCI en Francia
Este primer mito es fascinante: que las corridas de toros fueron retiradas del Patrimonio cultural inmaterial de Francia, país que declaró a la tauromaquia como parte de su PCI en 2011. Desde luego, para aquellos que desdeñan a la tauromaquia como cultura, hecho que demuestran al rimar la palabra con el vocablo "tortura", esta era la derrota más esperada.
Para explicar el error debemos retroceder unos cinco años: la actividad humana que desea ser incluida en el PCI de cualquier país firmante de las convenciones de la UNESCO, debe demostrar su valor patrimonial y cultural mediante un estudio científico que es revisado por un grupo de expertos catedráticos en las áreas como sociología, antropología o arqueología. El jurado es definido por los ministerios de cultura de cada nación.
El toreo desde luego demostró con suficiencia ante el jurado y el Ministerio de cultura francés su carácter de cultura y patrimonio, por lo que la discusión ocasionadas por las falsas noticias de entrada ya está resuelta: no importa si un país retira o no al toreo de lista PCI, cuando en realidad desde el punto de vista de las ciencias sociales ya se ha demostrado que el toreo sí es cultura, sí es patrimonio y sí reviste un carácter inmaterial o intangible que merece protección.
Por otro lado, si el toreo ya ha sido declarado PCI, es imposible imaginar que pueda ser suprimido de la lista, puesto que el jurado ya ha fallado de forma irrevocable avalando estudios serios sobre la materia. La UNESCO en su estatuto no permite que un patrimonio declarado sea retirado de la lista. Es imposible.
Lo que se discute aún en Francia es por qué la ficha que declaró a los toros PCI en dicho país no aparece en las instalaciones del Ministerio de Cultura, es decir, un tecnicismo de procedimiento, no de fondo. La mágica desaparición de este documento representó para un juez la "abolición implícita" del toreo, cosa que desde luego no sucede en un país donde la cultura taurina aún vive como manifestación intangible del genio humano. En consecuencia, lo que los medios del mundo con una pésima traducción han difundido, es falso desde todo punto de vista: un patrimonio no puede ser eliminado del PCI y no existe ningún fallo que declare la salida de los toros de la lista en Francia.
El filósofo francés F. Zumbiehl lo explica mejor:
La mejor forma de combatir el mito es exigir al mentiroso el número del fallo que supuestamente ordenó suprimir a la tauromaquia del PCI en Francia: sencillamente no existe.
2. El toro no ataca
Una de mis tonterías favoritas: el toro no ataca, es un animal que solo busca "huir" de la plaza. Para demostrarlo se valen de un vídeo taurino. Poco más que agregar que esta evidencia.
Todo muy bien, hasta que de entrada vemos que el animal del vídeo no es un toro, sino un becerro. No debemos explicar que en las distintas edades el comportamiento de los mamíferos muta. El hombre es un gran ejemplo: los bebés no suelen comportarse igual que los adultos, puesto que las conductas están íntimamente condicionadas por el desarrollo físico y mental. Por razón de ello, por ejemplo, los taurinos sabemos que un toro de cinco años es más peligroso que uno de cuatro. Mientras más edad hasta cierto pico que roza la ancianidad, más peligrosidad. Un poco como el ser humano.
¿Se imaginan que concluyeramos grandes porciones del comportamiento del hombre adulto con demostraciones basadas en vídeos de bebés? Por ejemplo, demostrar que para el ser humano es imposible pilotear aviones, concluyendo tan facunda idea con el vídeo de algún bebé inexpresivo en la silla de un piloto comercial, es una evidente tontería. Así las cosas, demostrar que el toro no embiste en la plaza, usando para tal propósito el vídeo de un becerro, explica que el antitaurinísmo se dirige a un público corto de muchas cosas.
Desde luego lo que sale en el vídeo es una forma grupal de la famosa "suerte del Tancredo", que consiste en hacerse la estatua para que el animal de lidia no perciba el cuerpo humano como una amenaza y siga de largo, ya que el movimiento siempre incita al ataque del astado. Que esto sea posible en la tauromaquia bufa o cómica (hacerse la estatua para no ser atacado), no indica en todo caso que el toro sea incapaz de atacar ferozmente, o que el truco sirva con astados de lidia cuya edad sea mayor a cuatro años.
En realidad el toro de lidia es un animal mortalmente ofensivo y poderoso:
Vamos a por el jueves con fuerza y empuje. El TORO, el eje de la Fiesta. Buenos días. pic.twitter.com/49PanlY8sv— Carlos Alonso (@coscovillal) 3 de marzo de 2016
3. Van a matar a la familia de Lorenzo
Nuestro sentimiento de pesar por la muerte de Víctor Barrio tuvo que volverse repulsión por la infame mentira que el animalismo difundió para contrarrestar las muestras de humanidad que muchos sectores sociales vertían por el fallecimiento del torero.
Más de 7,000 portales reprodujeron el que quizá sea el bulo de internet más mentiroso del siglo XXI: que existía una supuesta tradición taurina, bajo la cual se obligaba a matar toda la familia del toro que haya matado a su torero. Amparada en la leyenda de Manolete, se echó a rodar esta bola de odio, risible, no lógica, indemostrable, sentimental y lela. ¿¡Cómo van a matar a la familia de un pobre toro que solo hizo lo que hacen los animales de su raza, es decir, atacar hasta la muerte!? Inconcebible.
Es necesario aclarar que no existe ninguna tradición taurina que señale la obligatoriedad de la muerte de la reata (no familia) de un toro homicida. Por ejemplo, el ganadero no podría sacrificar el semental sin perder décadas enteras de dinero y trabajo. Lo que sucedió con Manolete, cuando el ganadero de Miura sacrificara a Islera, madre del toro Islero, debe entenderse según una circunstancia histórica especial: Manolete representó para España el resurgir de su cultura y los espectáculos de masas tras la Guerra civil que dividió al país. Su muerte fue un baldado de agua helada para una sociedad necesitada de referentes. El gesto del ganadero, brutal y sanguíneo, de mandar apuntillar a la vaca madre de Islero, solo obedece a la ira de una sociedad a mitad del siglo XX, no a una tradición taurina.
Por ende, es enfáticamente falso que se haya sacrificado a la familia del toro Lorenzo como consecuencia de la muerte de Víctor Barrio. Sobre este particular, permitamos que un medio de comunicación colombiano que cayó en la trampa se preste a hacer acto de contrición desmintiendo el bulo de redes sociales:
(Lista susceptible a ser ampliada)