
«Los hombres —continuó, sonriendo a Valuska, el cual no sabía si decir algo o
seguir escuchando con atención—, los hombres, si se puede creer
la chachara de la señora Harrer, hablan de terremotos y del juicio
universal, porque no saben que no habrá ni terremoto ni juicio
universal... Estos son absolutamente superfluos, pues todo se
vendrá abajo por sí solo, se vendrá abajo para que todo empiece
de...