domingo, 29 de septiembre de 2013
Tauromaquias alternativas
Me gusta la denominación de Juan Pelegrín, quien en su blog habló sobre la necesidad de tauromaquias alternativas al referirse a los criadores periféricos lejos del monoencaste. El mismo criterio puede aplicarse a aquellas tauromaquias alejadas de los centros del espectáculo, y sin embargo tan importantes como cualquier manzanarismo, en tenor de enriquecer la Fiesta. Solo para no ir tan lejos, es necesario recordar que hasta hace unos 5 años la tauromaquia de Fandiño era alternativa con respecto a los cánones comerciales que inundaban al toreo; hoy, su toreo es de primer orden de referencia, y la próxima feria de otoño en Madrid girará en torno a él. Propongo algunos videos de este siglo, y uno del pasado: El Cuqui de Utrera, Eugenio de Mora, Ramsés, Ángel Teruel, Fermín Rivera, Alberto Lamelas, Fernando Cruz, José Luis Moreno, El Califa y Juan del Álamo.
Alberto Lamelas - Faena a Verdulero de... por blogdetauromaquia
Bilbao Padilla, Fandiño y Del Álamo (Jandilla... por blogdetauromaquia
sábado, 28 de septiembre de 2013
Antitaurinos madrileños atacan con gas pimienta a dos niñas y a su madre
Cuenta la edición de hoy del diario El Mundo cómo un hecho de continuo acoso por parte de los animalistas madrileños contra una tienda que vende souvenirs taurinos, terminó en una tentativa ilegal de escrache, amenazas, pedradas, y finalmente con un ataque de gas pimienta contra dos niñas: Lucía, de 13 años y quien sufre de asma, y más indignantemente, Alejandra, de 4 años, menores de edad en obvio estado de indefensión que junto con su madre, Susana, propietaria de la tienda taurina, fueron abordadas en inmediaciones de la calle Esparteros para ser atacadas. Como consecuencia, ambas niñas sufrieron un cuadro de ansiedad tratado en el Samur, y la pequeña Lucía, en virtud a sus problemas asmáticos, una deficiencia respiratoria.
Además de los continuos insultos y pintadas en la fachada del establecimiento, los antitaurinos dieron un paso más en su lógica escalada de violencia, citando un escrache (protesta de acoso contra alguien en todos los lugares donde se encuentre la víctima):
La tienda, que vende artículos taurinos, según su dueña empezó a ser hostigada por redes sociales bajo el "crimen" de vender objetos relacionados con una manifestación cultural que algunos intolerantes, a la altura de los nazis, no están dispuestos a aceptar: "Hablan en los comentarios de parafernalia criminal que adorna la tienda, pero ¿el qué, las zapatillas de esparto?». Aparte de la muy lograda recreación de un tramo del encierro de la calle Estafeta de Pamplona, incluso con adoquines reales para simular el asfalto, en el establecimiento se pueden comprar los tradicionales pañuelos de fiestas, cabezas de toro, bolsos hechos a mano de Asturias, forjas de Toledo, cuadros de artistas madrileños..."
Las autoridades señalan a los antitaurinos de Madrid como los responsables de estos hechos, cosa evidente. Y como no podía esperarse otra cosa de estas bestias morales, los comentarios del foro de El Mundo están llenos de cualquier cosa (justificaciones, frases de cajón, insultos, loas), menos de una condena contra el ataque. Incluso se llega al límite intolerable de justificarlo aduciendo la estúpida existencia del Karma, o previniendo sobre la catadura moral de alguien que "vive del maltrato animal", pese a que la tienda jamás ha tocado un solo animal:
Mientras un par de niñas en total estado de indefensión son atacadas, el hecho sigue de largo bajo la presumible mayor falta de vender pañoletas de San Fermín. Más allá de la adecuación moral entre animales y humanos, es patente que las mansas palomas del animalismo esperaron para hostigar a una mujer y sus dos hijas precisamente por encontrarlas indefensas, más que cualquier otro taurino. ¿Acaso este hecho no es un reprobable intento por emprender una escalada de violencia? ¿Puede encontrarse alguna moralidad de evolución en perseguir una mujer, o intentar agredir a un par de niñas? Quienes acusan de cobardía al torero por tener un banderillero en el burladero presto a cualquier emergencia, solo pueden con niñas, hecho de una monstruosidad moral, no solo por la violencia, sino además por la cobardía del acto.
Curiosamente el día de ayer veía una rebuscada imagen donde unos supuestos espontáneos lloraban con cierto patetismo al ver un video donde se muestra cómo viven y mueren algunos animales de la mano del hombre. El histrionismo de la imagen nos recuerda que el antitaurino es un hipócrita sentimental que se rasga las vestiduras moralmente hasta un punto ridículo, por el Toro de la Vega, por ejemplo, pero al mismo tiempo secretamente aplaude que a una niña asmática le echen gas pimienta, ya que su madre vende souvenirs taurinos. La reproducción artística o simbólica de un acto no es el acto, es su transgresión y trascendencia, y no puede condenarse ni perseguirse a la tienda bajo la excusa de glorificar la tauromaquia, si al mismo tiempo no se cree que la mitad del museo de El Prado deba ser quemado, lo mismo que la literatura de Lorca o los cuadros de Picasso, por glorificar el toreo. Mientras veo estos actores animalistas y a los que echan gas al estilo de un nazi que no goza de tolerancia cultural, es preciso recordar aquella frase de Camus popularizada en una película de Godard: "Quien mata a un hombre para defender una idea no defiende una idea: mata un hombre". De pintar o quemar plazas de toros, intentar liberar novillos para que ataquen a la población y de hostigar a las personas continuamente en redes sociales, han pasado a atacar niñas y mujeres, ¿Qué seguirá en un movimiento que es considerado por el FBI como terrorista?
Vea aquí todos los reparos morales que tenemos contra el movimiento antitaurino, siempre vendido como una evolución moral pero cuyo verdadero rostro es menos que monstruoso.
ADENDA: para completar la escalada de la infamia, el inefable Leonardo Anselmi insinúa que fue un "auto ataque", ¿alguien puede creer que uno le va a echar gas pimienta a sus propios hijos solo por fastidiar a los pacíficos antis, de cuyas hazañas pacíficas hemos puesto un enlace arriba? Solo una mente decididamente podrida moralmente puede siquiera pensar esa posibilidad.
ADENDA: para completar la escalada de la infamia, el inefable Leonardo Anselmi insinúa que fue un "auto ataque", ¿alguien puede creer que uno le va a echar gas pimienta a sus propios hijos solo por fastidiar a los pacíficos antis, de cuyas hazañas pacíficas hemos puesto un enlace arriba? Solo una mente decididamente podrida moralmente puede siquiera pensar esa posibilidad.
jueves, 26 de septiembre de 2013
The Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans, Werner Herzog
La película es soberbia, en tanto a que hurta la trama tradicional de Herzog sin traicionarse: el héroe, casi macondiano, condenado a cumplir un destino absurdo contra el mundo más crudo, que no es otro hombre que aquel de Aguirre, la cólera de Dios, en la fiebre del oro y la selva colonial más pluviosa y anegada de barro, o el de Fitzcarraldo, el hombre que tiene que trasladar un barco de una montaña a otra para comerciar con caucho, pues necesita financiar la construcción de un teatro de Ópera en la mitad de la selva peruana de Iquitos; o incluso el hombre de su glorioso documental Grizzly man, sobre aquel desquiciado animalista que intentó volverse un oso real, y terminó repletando una masacre de osos por otros osos...el hombre de Herzog, ahora transfigurado por una soberbia actuación de Nicolas Cage en este The Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans, un teniente drogadicto y proxeneta en Nueva Orleans, que es ese mismo hombre abocado a un destino demencial, sin tocar cotas kafkianas, pero siempre febril, siempre aplastando.
Herzog presenta entonces un thriller de factura Hollywood, de impecable dicción estética y guión, que puede resultar engañoso por convencional, aunque no hay tal: la primera fractura de la historia es anclarla a las inundaciones del Katrina: un preso con una pierna rota está a punto de ahogarse mientras en la ciudad impera el caos y la destrucción tras el huracán. El teniente y su compañero lo miran, bromean, deciden pavonearse para desesperación del hombre a quien el agua ya casi le llega al cuello, hasta que Terence McDonagh (Cage) se lanza al agua para rescatarlo. Herzog nos hace pensar que gracias a ello al teniente le sobreviene un problema de espalda para toda la vida, lo que impone al personaje los mismos andares contenidos de Aguirre en su conocido film.
¿Y cuál es la demencial tarea que le impone la historia al hombre, tras joderse la espalda en un hecho articulado con el huracán Katrina, tarea demencial por demás que debe tener el sello de Herzog? La toma de posición del guión es magistral, y hay que atender: el teniente drogadicto de repente tiene que resolver un caso doloroso de masacre, pues una familia senegalesa de inmigrantes ilegales, niños incluidos, ha sido asesinada por traficantes de drogas que irrumpieron en su casa Y sigue para el teniente: sin que se dé cuenta, y nosotros tampoco, su negocio de proxeneta y su afición a las apuestas de football americano también empiezan a urdirse con la masacre, y generan inconvenientes hasta el punto de contraer una deuda de 50.000 dólares y dos sesiones sexuales para un par de sicarios. Así, el teniente disoluto y genial, debe resolver en dos días una masacre, conseguir el dinero y poner a salvo a Frankie, la prostituta que explota y ama al mismo tiempo. Para terminar de añadir el absurdo de las selvas de caucho y la ciudad irreal de El Dorado, al teniente le surgen más patas en la mesa: su padre alcohólico entra a A.A., por lo que no puede ocuparse de su perro, que el teniente debe cuidar al mismo tiempo que un testigo africano de 15 años (la única persona que contempló la masacre de la familia de inmigrantes ilegales), y también afrontar las sanciones que le caen por violentar a la madre de un senador, e interrumpir el coito del hijo de un dealer con Frankie; para finalizar, debe cerciorarse de que un futbolista de americano cumpla su promesa de perder el juego, o de lo contrario matarlo, todo esto adocenado con continuas dosis de todo tipo de drogas. ¿No es lo mismo que Aguirre en busca de El Dorado?
Pero nada sería de esta historia sin la absorbente actuación de Cage, que me recordó a personajes memorables como Tango y El Negro, o el logrado papel de Kevin Bacon en Where the Truth lies de Atom Egoyan: personas que solo el cine es capaz de dar, pues ni la literatura ni el teatro son capaces de dotar al actor de una personalidad que a veces lo domina, logrando emanar entonces una entidad que al mismo tiempo se ve como un ser humano genial que a la vez un perfecto fulano cualquiera. Cage elabora una actuación a veces exagerada pero cerebral, logrando momentos gloriosos, como cuando un dealer es asesinado en la casa del responsable de la masacre de la familia senegalesa, y con todo, Cage logra ver el alma del dealer bailando break dance en el suelo; McDonagh pide entonces que le disparen de nuevo al cuerpo, para que el alma muera y deje de bailar, lo que de inmediato remite a la superstición africana que Chinua Achebe cuenta en su magistral Todo se desmorona: el enemigo debe morir dos veces, pues su alma se burla de la nuestra, que no logramos ver, lo que configura una suerte de derrota para nosotros, y de secreta, tonta, imprevisible victoria para el enemigo muerto. Cage hasta entonces ha logrado un papel tensionado y divertido, como el momento mismo en el que se le dispara a un cadáver:
Con lo anterior notamos un guiño extraño en Herzog, y es la inclusión de elementos surrealistas, símbolos o licencias poéticas dentro de una filmografía donde la descarnada realidad ha imperado, y la única locura ha sido la del hombre y su ambición. La locura estética en este maravilloso filme se ve reforzada por cosas como las extrañas iguanas, caimanes y reptiles que acompañan los momentos de tensión, pero también recuerdan las cosas "que el huracán y la inundación trajeron" (pues no son animales nativos, sino invasores), o también el poético final donde McDonagh y Chávez (la persona que salvó de ahogarse al inicio de la película) se reencuentran nuevamente cerca del agua, pero esta vez en los acuarios de la ciudad, pensando en el sueño de los peces, alusión a un poema que escribiera el niño senegalés caído en la masacre: animales de agua, unos controlados, otros invasivos, todos venidos de las aguas del destino:
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miércoles, 25 de septiembre de 2013
Carteles para la temporada grande 2013 de la Plaza México
Se publican los carteles para la Temporada grande de la Plaza México. Aquí las combinaciones:
Domingo 27 de octubre Cartel Inaugural Temporada Grande Talavante - José Mauricio - Arturo Saldívar - 6 Barralva 6
Domingo 3 de noviembre 2ª de la Temporada Grande Zotoluco - Morante - Silveti- 6 Julián Hámdan 6
Domingo 10 3ª de la Temporada Grande El Juli- El Payo- Joselito Adame- 6 Fernando de la Mora 6
Domingo 17 4ª de la Temporada Grande Arturo Macías - Fermín Rivera- Juan Pablo Sánchez- 6 de marrón 6
Lunes 18 5ª de la Temporada Grande Leonardo Hernández- Alfredo Gutiérrez- Ignacio Garibay - 6 Marcos Garfias 6
Domingo 24 6ª de la Temporada Grande Zotoluco- Perera - Sergio Flores- 6 Xajay 6
Domingo 1 de diciembre 7ª de la Temporada Grande Mónica Serrano-Joselito adame- Saldivar- Silveti con 7 por designar
Domingo 8 8ª de la Temporada Grande El Zapata- Fermín Spinola - Daniel Luque - 6 Valparaíso 6
Domingo 15 9ª de la Temporada Grande Rafael Ortega- Juan José Padilla- Juan Luis Silis- 6 Los Cues 6
Domingo 22 10ª de la Temporada Grande Israel Téllez- Eduardo Gallo- Angelino de Arriaga - 6 Rancho Seco 6
Domingo 29 11ª de la Temporada Grande Federico Pizarro- Ricardo Rivera- Salvador López- 6 de Haro 6
Domingo 5 de enero 12ª de la Temporada Grande Jerónimo- Leandro Marcos- Mario Aguilar- 6 carranco 6
Se confirma la presencia de Pablo Hermoso de Mendoza y El Capea, presentes en la segunda parte del ciclo que se extenderá hasta el mes de Febrero. Resaltan las ausencias de Los Encinos, Fandiño, Ponce y Castella. Se anuncia además que para la segunda parte del ciclo de la temporada mayor estarán presentes los siguientes hierros: San Mateo, La punta, San Fermín, Villa Carmela, Puerta Grande, La estancia, Ebrija, La Soledad, San José, El Vergel, Santa Bárbara, San Isidro.
Ganaderías para la segunda parte del ciclo |
lunes, 23 de septiembre de 2013
La ruina de las ganaderías catalanas: toros y vacas al matadero
Las ganaderías catalanas J.Mur y Rogelio Marti cerrarán por quiebra, después de las medidas cautelares adoptadas por la Generalitat, gracias a la denuncia que hiciera Leonardo Anselmi-Libera-Franz Weber sobre "capeas" organizadas en dichas casas ganadera. Ignorando que la tienta de las vacas es una actividad necesaria para la manutención genética de un encaste de reses bravas, los animalistas arrearon ciegamente acusando a esta actividad -sobre la que no se cobraba nada- como un acto "de maltrato hecho para turistas rusos".Sin posibilidad de lidiar en Catalunya tras la abolición, sin posibilidad además de mantener el linaje genético de las reses bravas mediante la tienta, y merced a las medidas cautelares, las ganaderías están quebradas y enviarán todas las reses al matadero, a falta de recursos para mantenerlas.
Es necesario recordar esta advertencia de hace un año, sobre la que Leonardo Alsemi respondió que "el toro no puede extinguirse, la raza que llaman de lidia no existe" (sic):
"Para gloria de Leonardo Anselmi, ya no habrá más maltrato animal en Catalunya: las reses bravas ya no serán lidiadas en la Monumental Plaza de Toros de Barcelona, en un acto de profundas reivindicaciones culturales y estéticas, de honda raíz cultual que solo el aficionado comprende, y donde algunos de corta vista solo ven 'tortura'. Entonces, estos buenos animales de media tonelada y astas mortales, ya no serán "torturados", no, sencillamente solo serán aniquilados en cómodos mataderos, todos, sin excepción que invoque la piedad: vacas y toros, becerros, erales, añojos, utreros, cabestros mansos... todos por los corredores de los mataderos de donde no saldrán más que con forma de filetes. Tal es la forma de la dejación del maltrato a las reses bravas, tan inconsecuente como suponer que la solución a la condición de pobreza en los humanos, pasa por matar a todos los pobres."
Dice Francis Wolf en la razón 21 de su conocido libro de defensa taurina: "De unos 200.00 animales que viven actualmente en las ganaderías destinadas a la lidia, sólo el 6% muere en el ruedo".
También atendamos esta nota, de espíritu profético casi:
"ni que la prohibición acabaría con las dehesas, parajes naturales únicos, y con una raza animal entera del que sólo el 6% muere en el ruedo; el mismo 6% que mantiene a toda la especie viva".*
Entonces, los términos del "no maltrato animal" de Anselmi consisten en pasar del 6% al 100% de animales muertos. Brillante. Siendo entonces que estas reses bravas catalanas resultarán en un matadero y luego en la mesa de algún firmante de la ILP antitaurina, compete responsabilizar, así sea simbólicamente, a Leonardo Anselmi por el genocidio de estos buenos animales: toros, vacas, becerros, añojos, erales, utreros, cuatreños, cinqueños, sementales y cabestros de las ganaderías J. Mur y Rogelio Marti, golpeadas primero por la abolición de las corridas de toros que Anselmi gestionó, y apuntilladas finalmente por la denuncia que Libera a su mando hizo contra unas "capeas", incluyendo mozos de escuadra intimidando en las ganaderías. A este ridículo desenlace provocado por una persona que dice amar a los animales, hay que sumarle el posterior blindaje de los Corre Bous en toda Catalunya, apenas semanas después de la abolición de las corridas. El plan para abolir el toreo en Catalunya, jamás contó con una propuesta realista de manutención de las reses bravas en un escenario donde la tauromaquia no existe. Las consecuencias hoy son las contadas.
Pero ha de pasarse por la incomoda necesidad de plantear algunas preguntas.
¿De qué va a sacar pecho Anselmi con las manos llenas de sangre de vacas y cabestros, y con una Catalunya donde los festejos identitarios están legalizados para siempre? Se quisiera poder desear que todas estas muertes pesen en la conciencia de Anselmi, pero luego se recuerda que alguien no puede tener conciencia cuando asesina una cultura milenaria sin siquiera hacer el mínimo intento para entenderla.
¿Encontraremos a los animalistas a la entrada del matadero protestando, o siquiera haciendo el intento de comprar o robar estas reses para "rescatarlas"? ¿Tienen dinero los animalistas para garantizar que estas reses no pasen hambre ni sed, y estén al día en requerimientos fitosanitarios de ley?¿Podemos esperar para estas cabezas de ganado el mismo exceso sentimental que hacen por un solo toro destinado al torneo de El toro de la vega? ¿Explicará Anselmi su papel en el blindaje de los Correbous? ¿Dirá algo sobre la responsabilidad moral que le cabe, por hacer todo lo posible para cerrar ganaderías sin detenerse a pensar en la suerte de las reses que allí habitan? Si hay algo sincero que pueda decirse, es que a estas interrogantes no encontraremos respuesta, aunque todos las sepamos claramente.
*Se dice que de 6 toros viven 100 reses en el matadero, atendiendo a que en efecto son 94 reses de lidia, y un porcentaje de ganado manso utilizado para la crianza del toro (cabestraje, etc.)
sábado, 21 de septiembre de 2013
No es ligar, es torear!
En tiempos pasados, cuando los toros tenían complicaciones por su bravura o mansedumbre, el toreo era consecuencia de la lidia, y se entendía por ambos términos la misma cosa. Hoy, con un toro monotemático y a veces predecible, sin tercios de varas ni complicaciones de la casta, la lidia es algo innecesario infelizmente. Pues bien, a Morante le cayó la inspiración en Logroño con un medio toro manso y complicado al no tener faena a la vista; lo regular en este torero artista es que abrevie las faenas donde no ve la embestida clara. Cuando todos esperábamos tal conducta, Morante sacó de la nada una aparición sagrada: lidiar, buscar las vueltas en el mismo terreno, encontrar la altura necesaria, insistir, tapar la cara, tocar el pitón contrario, desahogar la embestida cuando el toro perdía fuelle; después de todos estos recursos técnicos sobrevino el milagro de una serie por la derecha perfecta que desbarató la plaza: el toreo no como ligazón, sino como consecuencia de la lidia. Basta una sola serie que responda al anterior imperativo, y se pone bocabajo toda una temporada. Luego hay personas a las que no les gusta el toro que debe ser lidiado por sus complicaciones (sea por las de casta o mansedumbre) y ponen así toda su fe en la ligazón. Morante nos demuestra que torear no es ligar solamente, torear es lidiar:
(Adelantar el video hasta 01:37:00)
miércoles, 18 de septiembre de 2013
El Juli, 15 años de alternativa
Hace 15 años, y a la edad de 15, Julián 'López El Juli' toma su alternativa en Nimes, de manos de Manzanares padre, oficiando como testigo Ortega Cano y las reses de Daniel Ruiz. Y 15 años, que como dijera Viard no son nada en una historia de siglos, sin embargo dan tela para cortar y contar. ¿Cuánto puede cambiar una vida en 15 años? Lo de El Juli debe contarse pues, se guste o no, es el torero que define esta época. Hay que hablar de lo bueno y lo malo, pues es de este modo que toda historia se conoce.
En lo malo, muchos de nosotros reprochamos sus vicios: el fundamental, que sea responsable del monoencaste actual, pues si apenas en el año 2000 las 3 figuras de la época (Joselito, Ponce y José Tomás) debían medirse a hierros duros en plazas de responsabilidad, y una vez Joselito estaba con los de Partido de Resina, Tomás con los de Adolfo Martín o Ponce con los Miura, 13 años después, 15 después y bajo el reinado de El Juli, es impensable ver una figura con un hierro lejos del monoencaste. Todo esto lo ha cambiado en Europa y América El Juli, marcando la pauta de qué debe ser una figura, de un modo similar a la conducta de Manolo Martínez en México. El resto es cuestión de técnica: de ser quizá con Joselito El Gallo y Pepe Luis el mejor novillero de la historia, y con un repertorio capotero casi inagotable, El Juli se prodiga ahora en un toreo retorcido, posmoderno, donde algunos vemos una figura quebrada, que no es lo mismo a una rota. Luego, su manera de matar, horrorosa para los cánones estéticos y éticos.
Pero no imagina uno que una celebración de aniversario, con un número tan diciente, deba ser un repertorio de quejas: para estar arriba a fuerza de matar mal, algo bueno hay que tener; el propósito de este escrito es descubrirlo, rescatando las mejores faenas de un torero que comanda en la actualidad aquella zona de la tauromaquia más sonora, comercial, multitudinaria. Su primer rasgo entonces es el poderío de la muleta, explicado en la capacidad para ligar y ligar muletazos; esta es la obsesión de la tauromaquia de El Juli: el significado de la ligazón. Para ligar, hay que conocer al toro, saber dónde requiere que se le cite, y saber hasta dónde debe llevársele. Que El Juli toree para afuera, más que un paso necesario para ligar, es un síntoma de los toros que torea: unos que necesitan desahogo. ¿Resulta extraño verlo en su encerrona en Madrid con la que se despidió de novillero? Quizá, y para entenderlo, hay que pensar en cuán diferentes son las dos orejas de este Alcurrucén, con respecto a lo que veremos luego:
Su corte de novillero es ligero, influenciado por la tauromaquia mexicana y su concepto de "toreo fino"; es además capotero, malo en la espada. De allí El Juli empieza a dar golpes en la mesa apoyado en una capacidad para conectar con el tendido; pone banderillas, torea muchos encastes, es corneado y se sigue saliendo de la embestida, pero empieza a ligar de una manera que no se había visto en la historia del toreo: en un palmo, y mandando a distintas distancias y alturas. Antes había confirmado su alternativa en la Plaza México evidenciando que el toro mexicano le impuso su obsesión por entender la tauromaquia como la capacidad para dar continuidad a una serie, siempre en detrimento del toro:
6/12/98 Histórica confirmación de El Juli en La... por JulianLopezElJuli
Pero sin embargo, también conservaba en esa época un rezago de su historia novilleril, representada en el hambre de poder; la faena que mejor expresa esto es la famosa corrida de Bilbao donde se le infiere una cornada en la boca, cuya cicatriz aún ostenta; permaneció en el ruedo y le cortó las dos orejas a un auténtico toro de Torrealta, mientras la boca estaba divida en dos pedazos; entonces, el maestro Joaquín Vidal dijo "ahí va un torero", y en realidad iba:
Bilbao. 23/08/2001. El Juli. Dos orejas y cornada por JulianLopezElJuli
Es la época del hambre, de la lucha, de las imperfecciones técnicas y las perfecciones del alma; como muestra de la naturaleza de la primera tauromaquia de El Juli en sus mejores manifestaciones, baste este rabo cortado en Zaragoza, y su paso el año siguiente por Madrid, donde fue aclamado (con toros de Guardiola, Victorino y Alcurrucén):
Zaragoza, 12 de octubre de 2000... por JulianLopezElJuli
San Isidro 2001. El Juli, triunfador de la feria por JulianLopezElJuli
Seguirá una época donde el toreo se aleja de los hierros históricos, entra en la burbuja de festejos del año 2007, se van Tomás y Joselito y Rincón, y el corte del torero cambia, al igual que se relajan las severas reglas del tercio de varas, la cargazón de la suerte y el toro. El Juli producirá como faenas dicientes algunas transidas entre la belleza, la imperfección en la pureza y la perfección técnica. Saldrá como torero por única vez a hombros en Las Ventas (dato desde todo punto de vista definitivo), abrirá la Puerta del Príncipe en Sevilla con toros de El Ventorillo, y al día siguiente se verá cara a cara con el recordado Zurcidor de Torrealta. En Madrid, hará una faena de oreja a Novelero, faena que según el maestro Antoñete es la más lograda del diestro madrileño en la que debería ser su plaza; por supuesto, se deja video de todo lo dicho:
El Juli con Novelero de Ana María Bohórquez en... por blogdetauromaquia
¿Algo queda claro de su tauromaquia después de todo esto? Su capacidad para meter los toros en la muleta es innegable; algunos confunden lo anterior con "poder", lo que aquí prefiere llamarse sencillamente como "ligazón", y a esta como la capacidad para dar continuidad a la embestida de manera que se reúna todo en la serie de muletazos. El Juli es el torero que más y mejor ha ligado en la historia del toreo, en 15 años. ¿Pero ligar a quién, cómo y a qué precio? ¿Queda claro que la pregunta del toro siempre flota en la tauromaquia del diestro de Velilla? ¿Puede haber ligazón en equilibrio con la bravura, y no en detrimento de ella? Por desgracia, El Juli está cada vez menos interesado en responder esas interrogantes. Con esto, se enfrenta a un principio eterno en la historia del toreo: cada verdad dicha, debe confrontarse con el toro, y con el máximo toro posible, pues en la tauromaquia, no hay otro modo de saber una verdad, si no es pasándola por el toro. Bajar la mano a puntos irreales, ligar la mitad del mando hacia afuera, matar de Julipie...¿todo esto puede significar algo en una historia de siglos? Por lo menos, es necesario reconocer que sí ha significado algo en una historia de 15 años, cuya máxima expresión en todas sus virtudes y vicios, en sus sombras y luces, y en su clase de toro y toreo, ha sido el indulto de Trojano en la Plaza México:
martes, 17 de septiembre de 2013
El torero como héroe y la ética de la heroicidad
Dice Gloria Sánchez Grande en su escrito En esto consiste la tragedia del héroe: "Lo que ha diferenciado a la Fiesta de cualquier otro espectáculo plástico o visual no ha sido su carácter artístico, sino su vertiente heroica y a veces trágica, la que emociona y sacude la conciencia. Este sentimiento es la pura esencia de la Tauromaquia y su justificación a través de los siglos. La caída en el ruedo y el posterior alzamiento del héroe que rebasa los límites para defender su honor es, pues, una metáfora de la actitud con la que todos deberíamos encarar la vida. Alabar o criticar a Adalid retrata hoy nuestras glorias y miserias".
Dice el filósofo catalán Gómez Pin: "Alguna vez caractericé al toreo como «una sobria escuela de vida». Cuando responde a esta exigencia, el toreo es precioso. Y perderlo sería tanto perder una referencia ética como estética",
Corrida completa; ver desde 1:30:00 para la faena al quinto (oreja para Robleño) y luego el tercio de varas y banderillas del último.
¿Qué es el toreo más allá de un rito devenido en una disciplina cada vez más artística, pero al mismo tiempo con menos emociones que "sacudan la conciencia"? Es en efecto, y siguiendo la máxima de Marcel Proust, una escuela sobria de la vida, en tanto a que evidencia una serie de valores que se presentan como reales y moralizantes. Quienes deben caracterizar esos valores son dos animales, el toro y el hombre: uno a través de su animalidad exacerbada, que llamamos bravura, de la que nace un culto y un rito de muerte que le honra, pues un animal especial debe vivir y morir de manera especial; el otro, el hombre, quien debe cumplir con su papel de héroe que arriesga su vida para darle una muerte apoteósica al toro, en rigor de ser un animal especial. Por supuesto que en un mundo arrasado por modas y ausencia de compromisos con verdaderas profundas, esta verdad del animal y el héroe chirrea contra la comodidad sentimental de atribuirle al animal la disneylización o la cosificación y la muerte industrial y anónima. En tal sentido, el toreo contiene principios tan profundos como la religión pura o Shakespeare.
En la faena de Robleño donde se jugó la vida de una manera directa y tenaz frente a un miura incansablemente fiero, y sobre todo, en la vergüenza torera de David Adalid en las banderillas, con una cornada escupiendo sangre y un miura al frente, vemos entonces una manera de ser y de asumir una posición fundamental frente a la vida, del mismo modo que pensaba Geertz sobre las riñas de gallos: el rito con su dolorosa verdad expuesta, guarda una razón de ser más urgente que cualquier estúpida frivolidad que puede hacer alzar las cejas al antitaurino, o al torerista que imagina sobre el banderillero que es menos que un peón.
Por los que pensamos que el banderillero es un torero, y que ningún tercio de la lidia se supedita al otro; para los que pensamos que el toro debe morir con honor y en su posición de protagonista, y no de colaborador de una forma de arte; por la tauromaquia como un rito más que como un arte-artificial; por todo eso, y por nosotros, Adalid se jugó la vida:
"Y es que lo que Adalid representa es, en persona, tan dañino para el tinglado que hay montado como lo es para ese mismo tinglado el toro de casta y de fiereza. Son simplemente cosas que no deben ocurrir, porque con la matraca que llevan dada a cuenta de que si los toreros se lo han pasado estupendamente toreando, de lo a gusto que han estado, de lo que se han divertido, del fandango que se pusieron a cantar mientras toreaban, no cuadra ni que el toro quiera coger ni que un subalterno presente más torería que la mayoría de los que se enseñorean del escalafón a base de amolar juampedros. En la tauromaquia 2.0 el matador es un artista y la cuadrilla son unos que andan por allí a no molestar y a recoger los jerseys y los sombreros de paja que echan las gentes al ruedo cuando los artistas dan la canónica y prescindible vuelta orejera al ruedo."
(José Ramón Márquez en Salmonetes)
sábado, 14 de septiembre de 2013
Manzanares hijo, el toreo prestante
Debo confesar que no soy seguidor de la tauromaquia de Manzanares hijo, como sí lo soy de la del padre. En mi particular opinión, su toreo logra conjugar la mayoría de vicios de la posmodernidad, a veces sin un sentido aparente, aunque todo dentro de un gran halo de elegancia. Enumerar tales vicios se me hace ocioso, por lo que solo voy a referir lo tocante a esta actuación en Nimes, resultando el torero por la puerta de los Cónsules con 4 orejas y un rabo. ¿Qué tiene de particular esta corrida, que logra más interés que su sonado indulto en Sevilla, su inexplicable puerta grande en Madrid, o su fracaso en la encerrona en La Maestranza? Pues el toro. (Ver videos resumen)
Es bastante raro ver que en un video resumen se muestre el tercio de varas de un toro de figuras. Este es un aspecto que los editores siempre logran ocultar, pues no puede mostrarse lo que por definición no existe. En este video, el segundo toro de Manzanares, del cual desconocemos el nombre, acude al galope y por abajo dos veces a la cabalgadura, aunque en el segundo encuentro no se le pica; lo importante es la intención, y que podemos presumir que el toro tuvo un punto de casta demostrado en el caballo, y luego en la muleta, y además, en su muerte, que recibió en los medios en la suerte de recibir.
Con ello, esto es, con el Toro como un valor real, podemos decir que lo ocurrido en el ruedo tiene más verdad y realidad que cualquier otra cosa, por perfecta y estética que sea. Mientras lo que en otras faenas lo que ocurre es el descargue de suerte, en esta, por la casta del toro, lo que ocurre es la ligazón sin solución de continuidad, pero justificada en el picante del animal, que no se detiene, lo que hace al torero fijar su "parte de salida" sin poder enmendarla, pensarla o derivarla en trampa. ¡Qué tan distinto es todo cuando el toro tiene casta y la corrección técnica es torearle, a diferencia de cuando no tiene casta, se para o acude borreguilmente, y lo que hace el torero es tomarse ventajas! De este principio que algunos no estarían dispuestos a aceptar, se desprende el resto: un toreo estético, elegante, de cadera y empaque, quizá el toreo con más empaque de la actualidad después de Morante. El abuso del pico afea el conjunto, y no se entiende cómo un torero que mata con tanta pureza, se toma tantas precauciones al momento de embraguetarse al toro en la muleta, si lo hace ciegamente en la espada. La espada es todo un canto al cánon: estocadas de libro, aunque algunas veces unas son al capón, y otras contrarias,por lo que aún no iguala a Uceda Leal en el escalafón actual de estocadas.
HAY 3 COSAS: CARGAR LA SUERTE, NO CARGARLA, Y DESCARGARLA
Pero volviendo al punto fundamental, si cargar la suerte es torear en derredor a una parte del cuerpo del torero, (sea con la pierna de salida, la cadera, el cuerpo completo a pies juntos, la muñeca o el brazo), y lo contrario es descargarla, entonces cuando se liga sin solución de continuidad, en rigor no se está descargando la suerte: se está toreando. En ningún caso debe pensarse que aquí se asegura sobre el toreo de Manzanares que es uno donde se carga la suerte, pues esta es una asignatura pendiente del torero, y quizá su mayor lastre para la historia. Pero, para pensar en la idea aquí expuesta, es suficiente ver en el video los pases de pechos donde por fin el torero se echa al toro encima y los remata atrás. Es el Manzanares que algunos quisiéramos ver, el que pueda partir de la posibilidad de esta buena faena: prestancia, pero sin tanta ventaja, esto es, prestancia real, no artificial. Siempre había dicho que el toreo de Manzanares se me hacía similar al arte de Warhol: bonito, pero de mentiras. Esta faena es un punto de quiebre de tal opinión, ycomo caballero, debo descubrirme ante una buena faena que vale la pena reseñar: Manzanares torea con prestancia y naturalidad, pero tendría que torear toros con más casta. Aquí fotos:
martes, 10 de septiembre de 2013
El caballo de Turín, Bela Tarr
El 3 de enero de 1889, Federico Nietzsche asistió al derrumbamiento de su mundo; en la vía Carlo Alberto de Turín, un cochero brutalizaba a su caballo, que se negaba a andar. El filósofo prusiano, ya desquiciado por la esquizofrenia, golpeó al cochero y se echó a llorar abrazando al caballo por el cuello, mientras las sandeces que salían de su boca escandalizaban a los transeúntes. Según el filósofo colombiano Rafael Gutiérrez Girardot, Nietzsche identifica entonces al caballo con Jesucristo, su mayor antagonista; el episodio vendría a simbolizar tremendamente el abismo de Nietzsche contra sí mismo, el colapso del anticristo en la identificación con su contrario. Luego del episodio, Nietzsche será trasladado a Weimar, donde 11 años después morirá ahogado en sus propias babas.
¿Y qué sucede con el caballo y con el cochero luego de abandonar la escena de Nietzsche? Esa es la pregunta que se plantea la gloriosa película de Bela Tarr, todo un testamento del director húngaro, quien logró una pieza de perfección insoportable, capaz de conciliar la estética del cine con el pensamiento filosófico de Nietzsche y sus estragos nihilistas. Narrando la creación en 6 días, el alumbramiento del superhombre mediante las tinieblas del mundo, la muerte de Dios y la estética del cine por el cine, Tarr logra con El Caballo de Turín una pieza que no cualquiera puede aguantar; de hecho, críticos estultos como Carlos Boyero la califican como 'aburrida', sin estar conscientes de la grandeza del filme.
La trama es perfectamente ausente de cualquier elemento argumental: durante 6 días consecutivos, un hombre y su hija emprenden labores cotidianas como cambiarse, comer una papa cocinada, sacar agua del pozo, partir leña, intentar sin éxito hacer que el viejo y enfermo caballo ande o coma, mirar por la ventana. Repetir las mismas acciones por 6 veces en una película de más de dos horas y media, puede resultar difícil de ver para personas habituadas a ver filmes convencionales. Sin embargo, la épica fotografía de la película, la disposición de los planos y el ambiente de incertidumbre que rodea la historia, hacen que cada momento sea de una belleza única e irrepetible, y por tanto, digno de ver. Precisamente la reiteración de las mismas acciones viene a simbolizar la idea de Nietzsche sobre el eterno retorno, base de toda comprensión del arte, el mundo, y además, directo corolario sobre el nihilismo; para Tarr, su intención era la de "reproducir la vida", con toda esa carga que redunda en "la pesadez de la existencia humana"; precisamente ese embotamiento de las acciones, ideas y visiones, que para Nietzsche constituyen un patrón que se repite a lo largo de los tiempos, y que desemboca en un sinsentido: el nihilismo. La película tiene el mérito de evidenciar poderosamente este principio.
El viejo cochero, cuyo brazo derecho está lisiado, es ayudado en todas las labores por su perturbadora hija; les rodea un mundo donde el viento aúlla y arrastra las hojas de manera apocalíptica, preludio de lo que vendrá: al séptimo día, todas las luces del mundo se apagan, el sol deja de brillar y las brasas no quieren prender; la lámpara que el loco de Nietzsche en la Gaya Ciencia estalla al medio día en un mercado lleno de crédulos y brutos, tampoco volverá a prender. Es el fin de la Historia, tras la muerte de Dios, y los dos humanos están en la mesa frente a sus dos papas cocinadas, incapaces de comerlas del mismo modo que el caballo desde el segundo día fue incapaz de probar comida o bebida. Todo ha sido acompañado siempre por una estética de composición impecable, una sabiduría y economía de los planos, y una capacidad increíble para crear imágenes bellas, una tras otra, en un filme de apariencia plana para algunos silvestres; sirva de ejemplo la sutil hermosura de este plano, donde con una mesa y 4 camisas se logra un encuadre perfecto que habla sobre el progreso de la pesadez en padre e hija:
A mitad del filme, un hombre calvo y emplumado que recuerda un personaje de Ingmar Bergman, llega a la casa para sentarse a la mesa y hablar; será la única aparición, junto a un grupo de gitanos que llegan a robar agua del pozo y simbolizan lo dionisíaco. El hombre calvo, emprende entonces un discurso donde narra que las ciudades están devastadas por los vientos, los gobiernos han caído y los príncipes y reyes han entendido que no existe ni el bien ni el mal, y por tanto, tampoco el hombre: es el principio de Nietzsche, la piedra angular de su moralidad, la superación del hombre y la muerte de las religiones como punto de toque que arrastre todos los gobiernos y paradigmas hacia un sitio menos embrutecido. todo este movimiento de destrucción como forma de ética. La profundidad del diálogo del hombre calvo, en medio del silencio de los diálogos del filme, acentúan aún más la sensación de grandeza de lo dicho. Luego, el hombre paga por aguardiente y abandona la casa:
Claramente, el rol que interpreta es el de la consciencia nietzscheana, que luego se embriaga y se va cojeando hacia la disolución. El caballo, en cambio ofrece interpretaciones problemáticas.
Sobre ese particular hay que decir algo: en el 2011, año del lanzamiento del filme, asociaciones animalistas atacaron la película, por lo que el mismo Bela Tarr tuvo que pretextarse, diciendo que no se trataba de un caballo maltratado a propósito, sino de una yegua comprada en un bazar, lo que evitó su muerte; según el cineasta húngaro, la yegua está pastando en prados amplios, y logró un embarazo. Es curioso como el animal llega a un punto de divinización donde ni siquiera se le puede representar lastrado, pues esto de inmediato despierta la ira de la sociedad posmoderna, lo que es el contrario absoluto de la idea de Nietzsche y la superación del hombre: asistimos a la degradación humana, a su categoría inferior con respecto a la de otro animal.
Con el caballo de Tarr, según algunos animalistas sucede algo similar a lo del burro de Bresson en 'Al azar de Baltasar': ellos ven ambos filmes como denuncias contra el maltrato animal, e intentos de sabios para conciliar al humano con el animal en un acto de tierna empatía, como incluso afirma la animalista Elena Duque con respecto a la filmografía de Bresson. Lo ignorado en estos casos es que el animal, sea el burro o el caballo-yegua, vienen a simbolizar al hombre: en el caso de Bresson, el burro simboliza al trabajador absurdamente sometido en distintos estadios de la historia. En Tarr, al igual que en el episodio nietzscheano, el caballo simboliza a la humanidad, y la derrota del proyecto de la civilización. Por ello, el cineasta húngaro se permite juegos de identificación entre el cochero y el caballo: ambos están lisiados, y necesitan ayuda para vestirse diariamente: uno, que se deja poner prenda a prenda toda la indumentaria por su hija, y el otro, siendo un animal sin locomoción bípeda, que debe dejarse poner los aperos en su cuerpo para ser montado o arrastrar cosas. Hombre y caballo terminan dejando de comer, de beber, de ver la luz y el mundo y no es por un profundo sentimiento de igualdad: Nietzsche defiende en su locura a un animal que no identifica como tal, sino como una representación de Cristo-Dyonisos, si le creemos a Rafael Gutiérrez Girardot. Simbolizando al hombre y su destino en un filme que según su autor tiene la intención de mostrar "la pesadez de la existencia humana" -no la "existencia animal"- también es difícil encontrar una identificación de igualdad en El Caballo de Turín. Sin embargo, el miserable destino del caballo logra conmover, al igual que el de padre e hija cuando la luz deja de existir y el viento de soplar, pues Dios, quien organiza el mundo, ha muerto.
"Ellos se detuvieron aquí desconcertados, pero no resignados. Hasta que algo despertó en sus cerebros y finalmente los iluminó. Y todos a la vez se dieron cuenta que no hay ni Dios o Dioses. Todos a la vez vieron que no hay ni bien ni mal. ¡Entonces todos vieron y entendieron que si esto era así, entonces ellos mismos ni siquiera existían!"- El Caballo de Turín, Bela Tarr.
Pueden descargar la película completa y en HD en el siguiente link:
http://scalisto.blogspot.com/2012/12/bela-tarr-torinoi-lo-2011.html