lunes, 23 de septiembre de 2013

La ruina de las ganaderías catalanas: toros y vacas al matadero



Las ganaderías catalanas J.Mur y Rogelio Marti cerrarán por quiebra, después de las medidas cautelares adoptadas por la Generalitat, gracias a la denuncia que hiciera Leonardo Anselmi-Libera-Franz Weber sobre "capeas" organizadas en dichas casas ganadera. Ignorando que la tienta de las vacas es una actividad necesaria para la manutención genética de un encaste de reses bravas, los animalistas arrearon ciegamente acusando a esta actividad -sobre la que no se cobraba nada- como un acto "de maltrato hecho para turistas rusos".Sin posibilidad de lidiar en Catalunya tras la abolición, sin posibilidad además de mantener el linaje genético de las reses bravas mediante la tienta, y merced a las medidas cautelares, las ganaderías están quebradas y enviarán todas las reses al matadero, a falta de recursos para mantenerlas.

Es necesario recordar esta advertencia de hace un año, sobre la que Leonardo Alsemi respondió que "el toro no puede extinguirse, la raza que llaman de lidia no existe" (sic):

"Para gloria de Leonardo Anselmi, ya no habrá más maltrato animal en Catalunya: las reses bravas ya no serán lidiadas en la Monumental Plaza de Toros de Barcelona, en un acto de profundas reivindicaciones culturales y estéticas, de honda raíz cultual que solo el aficionado comprende, y donde algunos de corta vista solo ven 'tortura'. Entonces, estos buenos animales de media tonelada y astas mortales, ya no serán "torturados", no, sencillamente solo serán aniquilados en cómodos mataderos, todos, sin excepción que invoque la piedad: vacas y toros, becerros, erales, añojos, utreros, cabestros mansos... todos por los corredores de los mataderos de donde no saldrán más que con forma de filetes. Tal es la forma de la dejación del maltrato a las reses bravas, tan inconsecuente como suponer que la solución a la condición de pobreza en los humanos, pasa por matar a todos los pobres."


La tauromaquia es un asunto problemático para la mentalidad moderna. A algunos les cuesta entender que el toro bravo lidiado en la plaza, alimenta las ganaderías y el confort vital de cientos de miles de reses bravas. Por cada corrida de toros regular donde mueren 6 toros, 100 reses bravas viven en una dehesa toda su vida natural, sin ser explotadas intensivamente para leche, carne u otros productos, ya que estas 100 reses son necesarias para la crianza extensiva del toro bravo. Entonces, así como el taurino no logra entender que la mejor manera de mostrar nuestro afán de amor a los animales es extinguiéndolos en los mataderos, ni mucho menos que un animal no exista al no ser una especie, pero que a tal fantasma biológico sí que se le puede "torturar", por otro lado sí entiende el taurino que una corrida de toros repercute en el campo bravo, y el confort, por ejemplo, de una vaca que nunca en su vida será ordeñada, ni sufrirá abortos inducidos, ni confinamientos. ¿Hay alguna opción económica y socialmente plausible con la que podamos decirle a esta vaca que el toro ya no será maltratado, ni ella tampoco en un matadero? La tauromaquia, así arda a algunos estultos, es en últimas la mayor garante de confort vital para las reses bravas, y un ejemplo de sostenibilidad ecológica, animal y cultural.

Dice Francis Wolf en la razón 21 de su conocido libro de defensa taurina: "De unos 200.00 animales que viven actualmente en las ganaderías destinadas a la lidia, sólo el 6% muere en el ruedo".

También atendamos esta nota, de espíritu profético casi:
 "ni que la prohibición acabaría con las dehesas, parajes naturales únicos, y con una raza animal entera del que sólo el 6% muere en el ruedo; el mismo 6% que mantiene a toda la especie viva".*

Entonces, los términos del "no maltrato animal" de Anselmi consisten en pasar del 6% al 100% de animales muertos. Brillante. Siendo entonces que estas reses bravas catalanas resultarán en un matadero y luego en la mesa de algún firmante de la ILP antitaurina, compete responsabilizar, así sea simbólicamente, a Leonardo Anselmi por el genocidio de estos buenos animales: toros, vacas, becerros, añojos, erales, utreros, cuatreños, cinqueños, sementales y cabestros de las ganaderías J. Mur y Rogelio Marti, golpeadas primero por la abolición de las corridas de toros que Anselmi gestionó, y apuntilladas finalmente por la denuncia que Libera a su mando hizo contra unas "capeas", incluyendo mozos de escuadra intimidando en las ganaderías. A este ridículo desenlace provocado por una persona que dice amar a los animales, hay que sumarle el posterior blindaje de los Corre Bous en toda Catalunya, apenas semanas después de la abolición de las corridas. El plan para abolir el toreo en Catalunya, jamás contó con una propuesta realista de manutención de las reses bravas en un escenario donde la tauromaquia no existe. Las consecuencias hoy son las contadas.

Pero ha de pasarse por la incomoda necesidad de plantear algunas preguntas.

¿De qué va a sacar pecho Anselmi con las manos llenas de sangre de vacas y cabestros, y con una Catalunya donde los festejos identitarios están legalizados para siempre? Se quisiera poder desear que todas estas muertes pesen en la conciencia de Anselmi, pero luego se recuerda que alguien no puede tener conciencia cuando asesina una cultura milenaria sin siquiera hacer el mínimo intento para entenderla.

¿Encontraremos a los animalistas a la entrada del matadero protestando, o siquiera haciendo el intento de comprar o robar estas reses para "rescatarlas"?  ¿Tienen dinero los animalistas para garantizar que estas reses no pasen hambre ni sed, y estén al día en requerimientos fitosanitarios de ley?¿Podemos esperar para estas cabezas de ganado el mismo exceso sentimental que hacen por un solo toro destinado al torneo de El toro de la vega? ¿Explicará Anselmi su papel en el blindaje de los Correbous? ¿Dirá algo sobre la responsabilidad moral que le cabe, por hacer todo lo posible para cerrar ganaderías sin detenerse a pensar en la suerte de las reses que allí habitan? Si hay algo sincero que pueda decirse, es que a estas interrogantes no encontraremos respuesta, aunque todos las sepamos  claramente.


*Se dice que de 6 toros viven 100 reses en el matadero, atendiendo a que en efecto son 94 reses de lidia, y un porcentaje de ganado manso utilizado para la crianza del toro (cabestraje, etc.)