miércoles, 18 de septiembre de 2013
El Juli, 15 años de alternativa
Hace 15 años, y a la edad de 15, Julián 'López El Juli' toma su alternativa en Nimes, de manos de Manzanares padre, oficiando como testigo Ortega Cano y las reses de Daniel Ruiz. Y 15 años, que como dijera Viard no son nada en una historia de siglos, sin embargo dan tela para cortar y contar. ¿Cuánto puede cambiar una vida en 15 años? Lo de El Juli debe contarse pues, se guste o no, es el torero que define esta época. Hay que hablar de lo bueno y lo malo, pues es de este modo que toda historia se conoce.
En lo malo, muchos de nosotros reprochamos sus vicios: el fundamental, que sea responsable del monoencaste actual, pues si apenas en el año 2000 las 3 figuras de la época (Joselito, Ponce y José Tomás) debían medirse a hierros duros en plazas de responsabilidad, y una vez Joselito estaba con los de Partido de Resina, Tomás con los de Adolfo Martín o Ponce con los Miura, 13 años después, 15 después y bajo el reinado de El Juli, es impensable ver una figura con un hierro lejos del monoencaste. Todo esto lo ha cambiado en Europa y América El Juli, marcando la pauta de qué debe ser una figura, de un modo similar a la conducta de Manolo Martínez en México. El resto es cuestión de técnica: de ser quizá con Joselito El Gallo y Pepe Luis el mejor novillero de la historia, y con un repertorio capotero casi inagotable, El Juli se prodiga ahora en un toreo retorcido, posmoderno, donde algunos vemos una figura quebrada, que no es lo mismo a una rota. Luego, su manera de matar, horrorosa para los cánones estéticos y éticos.
Pero no imagina uno que una celebración de aniversario, con un número tan diciente, deba ser un repertorio de quejas: para estar arriba a fuerza de matar mal, algo bueno hay que tener; el propósito de este escrito es descubrirlo, rescatando las mejores faenas de un torero que comanda en la actualidad aquella zona de la tauromaquia más sonora, comercial, multitudinaria. Su primer rasgo entonces es el poderío de la muleta, explicado en la capacidad para ligar y ligar muletazos; esta es la obsesión de la tauromaquia de El Juli: el significado de la ligazón. Para ligar, hay que conocer al toro, saber dónde requiere que se le cite, y saber hasta dónde debe llevársele. Que El Juli toree para afuera, más que un paso necesario para ligar, es un síntoma de los toros que torea: unos que necesitan desahogo. ¿Resulta extraño verlo en su encerrona en Madrid con la que se despidió de novillero? Quizá, y para entenderlo, hay que pensar en cuán diferentes son las dos orejas de este Alcurrucén, con respecto a lo que veremos luego:
Su corte de novillero es ligero, influenciado por la tauromaquia mexicana y su concepto de "toreo fino"; es además capotero, malo en la espada. De allí El Juli empieza a dar golpes en la mesa apoyado en una capacidad para conectar con el tendido; pone banderillas, torea muchos encastes, es corneado y se sigue saliendo de la embestida, pero empieza a ligar de una manera que no se había visto en la historia del toreo: en un palmo, y mandando a distintas distancias y alturas. Antes había confirmado su alternativa en la Plaza México evidenciando que el toro mexicano le impuso su obsesión por entender la tauromaquia como la capacidad para dar continuidad a una serie, siempre en detrimento del toro:
6/12/98 Histórica confirmación de El Juli en La... por JulianLopezElJuli
Pero sin embargo, también conservaba en esa época un rezago de su historia novilleril, representada en el hambre de poder; la faena que mejor expresa esto es la famosa corrida de Bilbao donde se le infiere una cornada en la boca, cuya cicatriz aún ostenta; permaneció en el ruedo y le cortó las dos orejas a un auténtico toro de Torrealta, mientras la boca estaba divida en dos pedazos; entonces, el maestro Joaquín Vidal dijo "ahí va un torero", y en realidad iba:
Bilbao. 23/08/2001. El Juli. Dos orejas y cornada por JulianLopezElJuli
Es la época del hambre, de la lucha, de las imperfecciones técnicas y las perfecciones del alma; como muestra de la naturaleza de la primera tauromaquia de El Juli en sus mejores manifestaciones, baste este rabo cortado en Zaragoza, y su paso el año siguiente por Madrid, donde fue aclamado (con toros de Guardiola, Victorino y Alcurrucén):
Zaragoza, 12 de octubre de 2000... por JulianLopezElJuli
San Isidro 2001. El Juli, triunfador de la feria por JulianLopezElJuli
Seguirá una época donde el toreo se aleja de los hierros históricos, entra en la burbuja de festejos del año 2007, se van Tomás y Joselito y Rincón, y el corte del torero cambia, al igual que se relajan las severas reglas del tercio de varas, la cargazón de la suerte y el toro. El Juli producirá como faenas dicientes algunas transidas entre la belleza, la imperfección en la pureza y la perfección técnica. Saldrá como torero por única vez a hombros en Las Ventas (dato desde todo punto de vista definitivo), abrirá la Puerta del Príncipe en Sevilla con toros de El Ventorillo, y al día siguiente se verá cara a cara con el recordado Zurcidor de Torrealta. En Madrid, hará una faena de oreja a Novelero, faena que según el maestro Antoñete es la más lograda del diestro madrileño en la que debería ser su plaza; por supuesto, se deja video de todo lo dicho:
El Juli con Novelero de Ana María Bohórquez en... por blogdetauromaquia
¿Algo queda claro de su tauromaquia después de todo esto? Su capacidad para meter los toros en la muleta es innegable; algunos confunden lo anterior con "poder", lo que aquí prefiere llamarse sencillamente como "ligazón", y a esta como la capacidad para dar continuidad a la embestida de manera que se reúna todo en la serie de muletazos. El Juli es el torero que más y mejor ha ligado en la historia del toreo, en 15 años. ¿Pero ligar a quién, cómo y a qué precio? ¿Queda claro que la pregunta del toro siempre flota en la tauromaquia del diestro de Velilla? ¿Puede haber ligazón en equilibrio con la bravura, y no en detrimento de ella? Por desgracia, El Juli está cada vez menos interesado en responder esas interrogantes. Con esto, se enfrenta a un principio eterno en la historia del toreo: cada verdad dicha, debe confrontarse con el toro, y con el máximo toro posible, pues en la tauromaquia, no hay otro modo de saber una verdad, si no es pasándola por el toro. Bajar la mano a puntos irreales, ligar la mitad del mando hacia afuera, matar de Julipie...¿todo esto puede significar algo en una historia de siglos? Por lo menos, es necesario reconocer que sí ha significado algo en una historia de 15 años, cuya máxima expresión en todas sus virtudes y vicios, en sus sombras y luces, y en su clase de toro y toreo, ha sido el indulto de Trojano en la Plaza México: